Batalla campal en Atenas entre manifestantes y policía
El gran día ha llegado. En medio de la segunda jornada de huelga general y entre numerosas manifestaciones y movilizaciones ciudadanas el Parlamento griego comenzará hoy a votar las medias de austeridad que la Unión Europea y el Fondo Monetario imponen a Atenas a cambio de concederle un nuevo préstamo que evite la bancarrota del país.
A mediodía, la Plaza Syntagma, donde se encuentra el Parlamento griego, estaba abarrotada de manifestantes que intentaban entrar en el hemiciclo, en medio de fuertes cargas policiales. Los gases lacrimógenos hacen prácticamente imposible permanecer en la plaza sin mascarilla. Los petardos y el ruido del gentío son ensordecedores.
“Resistid, resistid“, repite sin cesar la megafonía de la plaza. La policía no para de lanzar gases lacrimógenos y hay multitud de heridos que son atendidos en campamentos médicos improvisados.
Los manifestantes, que han llegado a la plaza a primeras horas de la mañana, habían establecido cordones humanos para intentar evitar la entrada de los diputados al Parlamento, pero la policía ha conseguido dispersarlos. Aún así, la avalancha de ciudadanos enfurecidos vuelve a derribar vallas, y a enfrentarse con todas sus fuerzas a la policía.
El debate ya está en marcha, y se espera que la votación se produzca sobre las 14.00 horas.
Y mientras los indignados griegos redoblan sus protestas contra el plan de rigor, la duda trascendental es saber si el Ejecutivo del primer ministro George Papandreu logrará sacar adelante el paquete de austeridad.
El Gobierno cuenta sobre el papel con 155 de los 300 escaños del Parlamento. Pero dos de sus diputados ya han anunciado que votarán en contra de las nuevas medidas de recorte y otros dos parece ser que se lo están pensando. Y dado que la oposición en bloque, con el partido de centro derecha Nueva Democracia a la cabeza, ya ha anunciado que votará en contra del paquete de austeridad, el Gobierno corre el riesgo de no alcanzar los 151 votos necesarios para que las medidas sean aprobadas.
Protestas y rabia de los griegos
Y aún en el caso de que lo logre, la otra gran incógnita es saber hasta dónde pueden llegar la rabia y las protestas de los griegos, la mayoría de los cuales rechaza furiosamente los recortes salariales y de gasto público, las subidas de impuestos y el plan masivo de privatizaciones que las medidas de austeridad implicarían.
Ayer, durante los duros enfrentamientos que durante varias horas enfrentaron a grupos de violentos con miembros de la policía resultaron heridas 24 personas, se registraron 22 detenidos, hubo numerosos daños materiales y el aire del centro de Atenas se hizo irrespirable a causa de los numerosos gases lacrimógenos lanzados por los agentes para dispersar a los manifestantes que les atacaban lanzándoles piedras.
Hoy en Grecia continúan sin funcionar los transportes públicos (a excepción del metro), en los hospitales un día más sólo se atienden las urgencias, las oficinas de correos vuelven a estar cerradas y todos los organismos públicos están clausurados. Hoy, de nuevo, habrá manifestaciones contra el plan de austeridad en Atenas y otras ciudades del país. Y Syntagma, la plaza junto al Parlamento en la que desde hace 36 días permanecen acampados un grupo de indignados, acogerá también hoy una gran concentración de protesta.
“Si se aprueban esas medidas de austeridad será el fin de la esperanza. Si pasan no habrá futuro. Son unas medidas que golpean aún más a la gente humilde y que no afectarán a los rico”, se queja Niovi, una griega de 30 años en paro.
“Si aprueban el paquete de austeridad no nos rendiremos: seguiremos luchando y movilizándonos. No podemos tragar con unas medidas que nos condenan a la pobreza absoluta“, destaca Vangelis Papadogianis, un técnico de telecomunicaciones de 46 años.
ΠΗΓΗ : EL MUNDO